El Palacio Cousiño representa una época de nuestra historia, cuando a mediados del 1800 se construían grandes palacetes al estilo de europeo, principalmente de Francia. Paul Lathoud, arquitecto francés, fue el encargado de construir y decorar el Palacio. Lathoud se basó en el estilo Neoclásico para construir tres edificaciones, dos menores que ocupaban los empleados, y una edificación principal de gran volumen, dos pisos y 27 habitaciones, donde se situaba el Salón de Música, los Salones de Té, Juegos, de Baile, de Armas y la Pinacoteca, más dos comedores. En el segundo piso se emplazaban los dormitorios y zonas familiares.
El Palacio es una muestra tangible del pasado de la minería en Chile. Los Cousiño eran dueños de las minas de plata en Chañarcillo y de carbón en Lota. Principalmente la plata les generó una gran fortuna y la posibilidad de hacer obras como el Palacio, el Parque O’Higgins ex Parque Cousiño, Parque de Lota, donde también construyeron un Palacio destruido con el terremoto de 1960, y el Parque de la Viña Cousiño Macul. Salvo este último, aún en manos de la Familia, todas las demás propiedades, forman parte del legado que dejaron a Chile, no sólo como patrimonios históricos, sino que también como importantes protagonistas de nuestra historia y vida cívica, como lo es el Parque O’Higgins